La tecnología del Inkject es hoy en día una de las más utilizadas en hogares, oficinas y entornos profesionales. Sin embargo, es algo que hemos escuchado recientemente, pero su desarrollo viene de hace varios años atrás y detrás hay una historia que combina innovación, investigación científica y la necesidad de imprimir con mayor calidad y eficiencia.
Los primeros pasos (siglo XIX-1950s)
Aunque puede parecer moderno, el concepto de inyección de tinta se remonta desde el siglo XIX, cuándo científicos como Lord Kelvin exploraba la forma de proyectar fluidos a través de pequeños orificios para registrar información. No era aún impresión como la conocemos, si no más bien un antecedente de dispositivos de registro.
Fue hasta mediados del siglo XX cuando comenzaron los experimentos serios con sistemas de impresión por gotas de tinta controladas. En la década de los 50´s, compañías como Siemens empezaron a experimentar con este principio.
La evolución hacia la precisión (1960s- 1970s)
Durante los años 60 y 70, se desarrollaron los dos grandes métodos que marcarían el rumbo del inkject:
Continuous Inkject (CIJ): un flujo continuo de tinta que, mediante cargas eléctricas, redirige o descarta las gotas necesarias para imprimir. Este sistema se utilizó principalmente en la industria para marcar productos y empaques.
Drop on Demand (DOD): desarrollado más tarde, permite que las gotas de tinta se formen únicamente cuando son necesarias, ofreciendo un mayor control y ahorro de recursos.
La llegada al mercado masivo (1980s- 1990s)
Los grandes avances vinieron en los años 80s, cuando empresas como Hewlett-Packard, Canon y Epson empezaron a introducir impresoras inkject para el consumidor final.
Canon desarrolló la tecnología Bubble Jet , en la que burbujas de calor expulsan la tinta hacia el papel.
Epson apostó por el sistema Piezoeléctrico, que utiliza cristales para generar presión necesaria y crear gotas de diferentes tamaños, logrando gran calidad de impresión.
Estas innovaciones hicieron que las impresoras inkject se convirtieran en una opción accesible, con una calidad mucho mayor que las antiguas impresoras matriciales.
El Inkject en el siglo XXI
Con la llegada del nuevo milenio, el inkject evolucionó hacia una impresión más rápida, eficiente y versátil.
Hoy en día, no sólo se utiliza en entornos domésticos, sino también en fotografía profesional, impresión textil, cartelería, embalaje y producción industrial.
Los avances en tintas pigmentadas, cabezales de alta precisión y la impresión sin calor, como la tecnología Heat-Free de Epson , han permitido reducir el consumo energético y generar un impacto ambiental más positivo.
Un futuro prometedor
La historia del Inkject es la historia de cómo la necesidad de imprimir con calidad, velocidad y sostenibilidad ha impulsado la innovación durante más de un siglo. Desde simples gotas de tinta hasta impresoras industriales capaces de producir tirajes completos, esta tecnología sigue marcando el rumbo de la impresión moderna.